«Todo empezó con un ratón» 🙂 Walt Disney le dio voz a Mickey en 1928 y estrenó Botero Willie, el primer cortometraje animado con sonido sincronizado.
Sus largometrajes se desprenden originalmente de la literatura. Bambi está basado en un cuento de Félix Salten, un autor austríaco que fue prohibido durante el nazismo.
Blancanieves es de los Hermanos Grimm, Pinocho de Carlo Collodi, Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll, entre otros.
En el verano de 1935 Walt y su esposa Lilian recorren Europa y compran montones de libros de arte y obras clásicas, e instalan una biblioteca en unos estudios de Hollywood. Enseguida Walt se pone a buscar a los mejores artistas para la producción de sus obras cinematográficas animadas. Su atención reside en encontrar personas con gran bagaje cultural y artístico.
Walt Disney no tuvo la oportunidad de estudiar. Nació en un contexto familiar difícil en el que tuvo que realizar muchos esfuerzos por sobrevivir. Por eso el quería llegar al mayor número de personas posibles, no quería que lo tomaran por un intelectual. Pero al mismo tiempo, sentía fascinación por la cultura a la que él no había tenido acceso. Por ese motivo se rodeó de artistas formados en Europa que pudieran aportar los conocimientos que él no tenía. Eran artistas que habían emigrado a Estados Unidos y él les dio trabajo.
Los artistas consultaban frecuentemente la biblioteca. Entre éstos estaban los libros ilustrados por J.J. Grandville, pintor francés del siglo XIX, que ilustró novelas como Robinson Crusoe, Don Quijote y Los viajes de Gulliver, y las fábulas de La Fontaine.
Sus animales humanizados inspiraron algunos largometrajes de la series sinfonías tontas que en la década del 30 sirvieron como experimentaciones para futuras películas.
Otro ilustrador que formaba parte de la biblioteca, más consultado, fue el pintor francés Gustave Doré. Especialmente sus ilustraciones acerca del infierno de Dante. Sus obras inspiraron las composiciones de Blancanieves, Pinocho y Fantasía.
Blancanieves, el primer largometraje aniamdo de Disney, está también inspirado en peículas de terror y suspenso, como Frankenstein.
Luego de ver Frankenstein, Disney creó «El Dr. Loco», cortometraje en que Mickey tiene una pesadilla en la que está a punto de ser manipulado científicamente, como el monstruo de Frankenstein, en alusión a dicha película.
A finales de los años 20 y comienzos de los 30 predominaban películas del impresionismo alemán, como El gabinete del Dr. Caligeri, en donde las formas geométricas y perspectivas torcidas provocaban una atmósfera agobiante y hostil, caracterizando el clima socio-político de la época. Sus influencias pueden verse en películas como Pinocho o Fantasía, en donde aparece una terrorífica criatura inspirada en El Fausto de Murnau (película de 1926), y una recreación de la Noche en el Monte calvo, poema sinfónico del compositor ruso Modest Mussorgsky.
Para La Bella durmiente, Walt recurrió al ilustrador Eyvind Earle para que recreara el escenario de la época. El palacio es una mezcla de estilos arquitectónicos que muestra influencia del romanticismo, como el castillo de Chambord (Francia) y el de Luis II de Baviera (Alemania). Para los «cuadros» del largometraje, utilizó una técnica del estilo gótico primitivo de finales de la Edad Media y principios del Renacimiento, con árboles cuadrados e imágenes muy nítidas.
Para recrear el universo de Blancanieves, los artistas se inspiraron en pinturas del siglo XIX basadas en el cuento homónimo.
La bruja de Blancanieves también está inspirada en los dibujos de Honoré Daumier, pintor y dibujante francés del siglo XIX, porque Joe Grant (artista de Disney) era un admirador de su obra, poseía una colección de libros sobre su arte, y viajaba por todo el mundo para ver sus exposiciones.
A Walt Disney le fascinaba Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll. Era uno de los primeros libros que leyó y había querido animarla desde antes que a Blancanieves. Unos de sus primeros cortometrajes eran fábulas de Alicia, inspiradas en dicha historia, en el que una niña real interactuaba con dibujos animados, en blanco y negro. En 1939 acudió al director artístico británico David Hall para recrear el cuento, quien realizó varios bocetos inspirados en las ilustraciones de Arthur Rackham para dicho libro.
Sus experimentaciones artísticas se vieron interrumpidas por la Guerra. En 1940 Disney le pide a la ilustradora Mary Blair que continúe el proyecto. Las imágenes de Mary son desestructuradas y oníricas, inspiradas en el surrealismo.
Walt Disney extrajo del libro la filosofía para su obra y escribió: «Al igual que le sucedió a Alicia al atravesar el espejo, cruzar la puerta de Disney será como penetrar en otro mundo«.
Disney proponía crear una nueva Fantasía cada 5 o 7 años para volver a presentar una nueva visión del mundo. Se le ocurrió recurrir al pintor surrealista Salvador Dalí para que imaginara un dibujo animado inspirado en su universo artístico. Dalí eligió una canción mexicana, Destino, y grabaron en los estudios de Disney. Dalí realizó varios dibujos, que a Walt le encantaban, y a su vez Dalí adoraba los elefantes de Disney. No llegaron a terminar el proyecto por discusiones que se interpusieron en el camino.